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¿Cómo cambiará la asesoría legal en la era digital?

Hernán Pacheco O. Socio Líder

Deloitte Legal

Hernán Pacheco, Socio Líder| Deloitte Legal.

La inteligencia artificial (IA) y en particular la inteligencia artificial generativa (Gen AI por sus siglas en inglés) están rompiendo paradigmas y obligando a realizar un profundo análisis de las implicaciones y oportunidades en todos los ámbitos de nuestro quehacer profesional.

Esta tecnología ha sobrepasado el desempeño humano en áreas como diagnósticos médicos, investigación científica, e incluso en el ajedrez, demostrando nuevas formas de inteligencia que retan la supremacía humana.

Uno de los aspectos más impresionantes, e inquietantes para algunos escépticos de la IA, es, no solo la velocidad de su capacidad de evolución, sino la velocidad con la que la sociedad ha acogido y adoptado esta tecnología.

Según Deloitte, desde que emergió la primera computadora al mercado hace poco más de 70 años y hasta el momento de su adopción masiva, transcurrieron 40 años; en el caso de la internet que salió al mercado hace poco más de 40 años, el período de adopción masiva fue de 10 a 15 años y, en el caso de la Gen AI y los Chatbots, que vieron la luz hace unos cinco años, ese período de adopción masiva se redujo a un quinquenio. De acuerdo con ese mismo estudio, se espera una inversión de más de tres trillones de dólares en IA para los próximos tres años.

Impacto

Las profesiones liberales, por ejemplo, los de Derecho, no escapamos a esta vertiginosa transformación ocasionada por la IA. Por lo tanto, los abogados tenemos la responsabilidad de entender el impacto que este fenómeno —que llegó para quedarse y no parece haber opción— tiene en la forma en la que trabajamos, operamos y asesoramos a nuestros clientes.

A las presiones más evidentes que hemos experimentado en los últimos años de índole económica, ética, regulatoria, de eficiencia, de liberalización e incluso tecnológicas, enfocadas principalmente en la digitalización y automatización, ahora se une ahora la IA y el desarrollo de herramientas basadas en la Gen AI y Large Language Models (LLM). Por esta razón, se hace necesaria, prioritaria y hasta urgente,  una evaluación sobre la forma en la que los despachos grandes, medianos y pequeños desarrollamos nuestra actividad, prestamos nuestros servicios y damos valor a nuestros clientes.

No hay duda —y ya lo venimos viviendo— que tecnologías disruptivas como el blockchain y las plataformas en línea están cambiando la forma de operar y de prestar servicios en las firmas de servicios profesionales.  Asimismo, estas tecnologías disruptivas ya tienen repercusiones transformativas importantes en las expectativas de los clientes y en el valor percibido y esperado del rol de los abogados.

Existe una serie de tareas que todo abogado o firma de abogados realiza, y cuya ejecución se modificará por la búsqueda de recursos y formas más eficientes de hacer las cosas, como pueden ser plataformas tecnológicas de contenido o proveedores externos no tradicionales, incluso constituidos por profesionales que no son abogados.

Esto obliga a repensar el modelo tradicional de la arquitectura operacional de los despachos de abogados, ya que su modelo actual, generalmente piramidal y basado en un esquema de honorarios por tarifas horarias (o aranceles como porcentaje del valor del asunto a su cargo) y con un modelo de Key Performance Indicator (KPIs) donde la unidad de tiempo también es su principal referente, no parece ser sostenible.

Asimismo, esta transformación traerá consigo oportunidades para que emerjan nuevos tipos de prestadores de servicios en el mercado legal, como: tecnólogos legales, analistas de datos legales o ingenieros con conocimiento legal que requieren habilidades híbridas en tecnología, conocimiento del Derecho, negocios y experiencia sectorial más profunda.

También hay que pensar en las repercusiones sobre los roles tradicionales y de menor valor agregado que están en la cadena de los servicios legales. Lo anterior también agita la discusión sobre la modificación de los planes de estudio en  las escuelas de Derecho, para que se puedan preparar a los futuros profesionales en concordancia con las necesidades que demanda el mercado; y no dejemos de lado el rol que deberían tener los colegios profesionales que velan por el uso ético, transparente y adecuado de la AI dentro del gremio.

Cambios

De acuerdo con el profesor Richard Susskind, los departamentos legales corporativos y los clientes serán catalizadores para innovar en los servicios legales, ya que cada vez demandan más eficiencia, transparencia y valor agregado a los suplidores de servicios. Este panorama exige que los asesores externos se modernicen, y colaboren de manera más eficiente y efectiva sobre la base de la transformación tecnológica.

El autor proporciona algunos ejemplos de cambios disruptivos y previsibles para los servicios legales, tales como.

  • Automatización de tareas rutinarias. La IA hoy puede manejar tareas como revisión de documentos, investigación de doctrina o jurisprudencia y análisis contractual de manera más rápida, segura y precisa. Las herramientas que operen bajo un modelo de procesamiento de lenguaje natural (NLP por sus siglas en inglés) pueden hacer mucho más rápido y con mayor calidad y eficiencia las labores que requieren de un intenso volumen de horas hombre; lo que impacta el rol tradicional de los abogados más junior o asistentes legales en el modelo tradicional de los despachos. Por lo tanto, existe una oportunidad de transformar su rol.
  • Chatbots y asistentes legales virtuales. Estos pueden absorber una parte del trabajo tradicional, proporcionando asesoría básica, reduciendo la carga de trabajo de los abogados y expandiendo el acceso a servicios legales, ya que esa asesoría básica digital podría tener un menor costo.

Imaginemos el potencial que tiene el uso de la IA en el análisis de precedentes y estudiando las posibilidades de éxito o fracaso en casos de litigio; esto le permitiría a los abogados proporcionar la asesoría desde una perspectiva más estratégica y con un enfoque mayoritariamente de administración de riesgo.

  • Manejo del ciclo contractual (Contract Lifecycle Management). Esta es otra área donde el profesor Susskind pronostica grandes cambios e impactos, ya que sobre la base de la AI se puede redactar, revisar y administrar más eficientemente los contratos para los clientes.

De acuerdo con Deloitte, existe una expectativa en el cliente de que la adopción de esta tecnología traiga una reducción en los costos de los servicios legales y una mayor transparencia en el modelo de fijación de precio, así como en la forma en la que los abogados prestan los servicios y realizan los entregables.

Por otra parte, se impone una obligación para que los abogados se actualicen constantemente en temas de tecnología legal, incluida la IA, pero no es solo entenderla, sino adoptarla.

Los abogados, a su vez, tendremos un rol protagónico en la regulación o, al menos, en la promoción del uso ético de la IA, especialmente en áreas como: privacidad, uso adecuado, transparencia y rendición de cuentas, decisiones automatizadas e influencia indebida de los usuarios (bias o algorithmic bias)

Finalmente, pero no menos importante, el reto y la responsabilidad para las escuelas de Derecho es formar profesionales de cara a esta transformación tecnológica integrando IA, codificación, análisis de datos y codificación en el plan de estudios. Retos muy profundos y significativos, pero que son oportunidades enormes para la evolución del mercado de servicios legales, más allá de lo imaginable.

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