ODS N°1: Poner fin a la pobreza en todas sus formas en todo el mundo
Costa Rica (Fuente: Programa Estado de la Nación 2018 y Secretaría Técnica ODS-MIDEPLAN 2016)
En materia de pobreza se utilizan dos mediciones: la línea de ingreso y el método multidimensional.
Según los ingresos, una quinta parte de los hogares es pobre (20,0% en 2017), lo que equivale a 092.403 personas. La extrema pobreza mostró una reducción de 6,3% en 2016, a 5,7% en 2017, en términos absolutos se estima que 8.341 hogares y 36.847 personas salieron de esta condición, además se registraron bajas en las zonas Chorotega y Huetar Norte. A pesar de ello, los ingresos de 86.663 hogares y 306.510 personas se mantuvieron por debajo del costo de la canasta básica alimentaria.
De acuerdo con el método multidimensional, la pobreza exhibe disminuciones en casi todo el período 2005-2017. En el año 2017 afectó a un 18,8% de los hogares, equivalente a 138.768 personas.
Del total de hogares del país, un 8,7% es clasificado como pobre por los dos métodos, lo que representa un descenso de 0,8 puntos porcentuales con respecto al 2016. Un 11,4% es pobre solo por insuficiencia de ingresos y un 10,1% lo es por el enfoque multidimensional. Esto significa que un 30,2% de los hogares, o 459.864 hogares y 1.695.097 personas, sufren algún tipo de pobreza.
La pobreza afecta más a los hogares rurales que a los urbanos.
La desaceleración económica intensificó la desconexión estructural entre la producción y el empleo, lo que a su vez ha reforzado las barreras para enfrentar la pobreza y el deterioro de la convivencia social.
El Informe de la Nación 2018 llama la atención sobre la importancia de promover la participación laboral femenina: ejercicios de simulación mostraron que la pobreza total se podría reducir a casi la mitad si las mujeres desocupadas o que están fuera de la fuerza de trabajo tuvieran un empleo.
El objetivo de poner fin a la pobreza en todas sus formas debe alinearse con la generación de más empleos de calidad, con los derechos y protección social, cautelar el salario mínimo y proteger el gasto social, que muestra una reducción en su ritmo de crecimiento, considerando que el 80% de los ingresos totales de los hogares provienen del trabajo, por lo que deben persistir los esfuerzos de promoción del trabajo decente, la formalización del empleo y de las empresas, de fortalecimiento de los salarios mínimos y de acceso a la protección social, en los que se incluya la igualdad de género como objetivo transversal. (La situación del país según cada ODS 2010-2015. Secretaría Técnica ODS-MIDEPLAN, 2016).
Principales desafíos en el país (Fuente: Secretaría Técnica ODS-MIDEPLAN 2016)
La articulación de las políticas sociales con las políticas económicas en los rubros de inversión social acordes con la universalización de la educación secundaria y superior, otros servicios sociales básicos y la empleabilidad.
Depuración de bases de información social y revisión de los Programas Sociales Selectivos en concordancia con los temas de empleo, ingresos, acceso a bienes y servicios, estado de desigualdad social y movilidad de personas según los perfiles de estado inicial-medio y superior en pobreza y vulnerabilidad de tal forma que se asegure el mejoramiento sostenible de su estatus, con visión a largo plazo.
Integración de acciones afirmativas inmediatas en el campo laboral, la generación de empleos dignos y de calidad, mejoras en el acceso a las oportunidades para los emprendimientos y el autoempleo; la generación de capacidades y oportunidades al desarrollo por medio de la educación formal e informal, técnica y otras modalidades ajustadas al mercado de trabajo, las necesidades-intereses y características de los grupos sociales y el contexto regional-local. Orientando las políticas sociales considerando las brechas en género y el desarrollo inclusivo de los grupos en pobreza y vulnerabilidad, los cuales deben definir metas viables a ejecutar en el corto, mediano y largo plazo, con el enfoque para resultados.
Revisión y ajustes en el pago de salarios mínimos para los grupos no calificados, ajustes salariales según la política de empleo. Integrar mega programas y proyectos regionales que impacten en el desarrollo de los territorios, acorde a sus potencialidades y limitaciones para incidir en las brechas regionales, priorizando los territorios con mayores NBI o necesidades básicas insatisfechas y otras variables.
Datos de interés a nivel mundial (Fuente: Naciones Unidas)
La pobreza va más allá de la falta de ingresos y recursos para garantizar medios de vida sostenibles. Entre las distintas manifestaciones de la pobreza figuran el hambre, la malnutrición, la falta de una vivienda digna y el acceso limitado a otros servicios básicos como la educación o la salud. También se encuentran la discriminación y la exclusión social, que incluye la ausencia de la participación de los pobres en la adopción de decisiones, especialmente de aquellas que les afectan.
Para lograr este Objetivo, el crecimiento económico debe ser inclusivo, con el fin de crear empleos sostenibles y promover la igualdad. Los sistemas de protección social deben aplicarse para mitigar los riesgos de los países propensos a sufrir desastres y brindar apoyo para enfrentarse a las dificultades económicas. Estos sistemas ayudarán a fortalecer las respuestas de las poblaciones afectadas ante pérdidas económicas inesperadas durante los desastres y, finalmente, ayudarán a erradicar la pobreza extrema en las zonas más empobrecidas.
Unos 783 millones de personas vive por debajo del umbral de pobreza internacional, con 1,90 dólares diarios.
En 2016, menos del 10% de los trabajadores de todo el mundo vivían con sus familias con menos de 1,90 dólares diarios por persona.
La mayoría de las personas que viven por debajo del umbral de pobreza viven en dos regiones: Asia meridional y África subsahariana.
Las altas tasas de pobreza se encuentran a menudo en los países pequeños, frágiles y afectados por conflictos.
Uno de cada cuatro niños menores de cinco años, en todo el mundo, tiene una estatura inadecuada para su edad.
En 2016, solo el 45% de la población mundial estaba amparada efectivamente por un sistema de protección social con al menos una prestación en efectivo.
En 2017, las pérdidas económicas debidas a desastres, incluidos tres grandes huracanes en los Estados Unidos y el Caribe se estimaron en más de 300 mil millones de dólares.
Más de 700 millones de personas en el mundo siguen viviendo en condiciones de pobreza extrema y luchan para satisfacer sus necesidades básicas, como la salud, la educación y el acceso al agua y el saneamiento.